Lo recomendable a la hora de crear un punto focal en una estancia, es que este se encuentre definitivamente integrado a la decoración general y que, si bien va a destacar por sobre todas las cosas, los elementos que lo conforman no deben estar disociados de la idea central de todo el cuarto.
En general, un punto focal puede establecerse en un mueble como el sofá, una silla, una mecedora, un armario, una mesa; pero también en otros elementos de la habitación como un cuadro o espejo, una pared, una lámpara, una estructura de adornos, etc.
jarrones similares agrupados en un espacio que incluso puede ser iluminado de manera particular para resaltar sus piezas. Igualmente, se puede obtener un buen punto focal si es que colocamos un gran espejo con un par de sillas simétricamente bien ubicadas a su costado o un par de macetas que combinen con el marco del mismo.
En los dormitorios, por lo general el punto focal lo constituye la cama, la cual puede estar cubierta por un hermoso y llamativo edredón, aunque también tendríamos un gran punto focal en este cuarto si contamos con una cama de hierro con una vistosa cabecera, o incluso una cama estilo inglés, entre otras opciones.
A la hora de decorar una habitación siempre hay que buscar maneras de crear un punto focal, de lo contrario la decoración puede carecer de carácter y parecer sosa.
Las habitaciones bien diseñadas inmediatamente llaman la atención en un área en particular, por tanto si en las de tu casa falta este enfoque hoy te doy algunos consejos que te permitirán crear los puntos focales necesarios.
Usa las características naturales de la habitación
Los puntos focales más efectivos a menudo se centran en las características atractivas y llamativas de una habitación, como es el caso de un ventanal o una chimenea. También se los puede realizar gracias a determinadas características arquitectónicas interesantes, una pared drásticamente grande, etc.
Una vez que hayas encontrado el sector más llamativo busca formas de acentuar el área centrando en ella toda la atención. Por ejemplo puedes colgar un adorno de gran tamaño si la pared es grande, algún cuadro llamativo, etc.
En algunos casos los muebles son opciones de puntos focales. Por ejemplo, en un dormitorio la cama es casi siempre el punto focal primario y en la sala el sofá de varios cuerpos o bien varios muebles agrupados.
Puedes crear un punto focal con una silla, una mesa de café, una mecedora, etc… siempre procurando colocar correctamente los muebles para que sean lo que más llame la atención cuando se ingrese a la habitación.
Creando un tema
Cuando una habitación tiene un tema general, los puntos focales parecen más llamativos. Por ejemplo si el cuarto está ambientado con un estilo safari, un grupo de esculturas de pared rusticas pueden aparecer como punto focal, mucho más si las iluminas adecuadamente.
Usa los colores para agregar puntos focales
Si quieres llamar la atención sobre un área en particular usa colores para centrar la atención en ella, por ejemplo pinta la pared donde se encuentra el ventanal de un color distinto al de las otras o bien destaca esta característica con cortinas de tonos llamativos y contrastantes.
El uso del color para enmarcar un punto focal también es otra buena técnica, por ejemplo si has combinado varios muebles, utiliza una alfombra de colores para definir con mayor precisión la zona. El color también influye sobre los adornos y piezas decorativas. Si quieres llamar mucho la atención sobre un área, elije una pieza de color vibrante porque esta es la que va a atraer más atención visual convirtiéndose así en un punto focal
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